Se pone a prueba un programa para eliminar la fobia a volar basado en la Auto-Regulación (Amigó, 1990). A modo de "hipnosis despierta", se utilizan ejercicios para incrementar la sugestionabilidad que sustituyen a las inducciones tradicionales. Se emplea un diseño experimental con dos grupos, uno de control y y otro experimental, equivalentes en las variables sociodemográficas, dependientes (autoinforme y psicofisiológicas), y en las de generalización. A nivel bivariado y multivariado los dos grupos, que no se diferenciaban antes del tratamiento/período de espera, sí lo hacen tras él, llegando a identificarse un 24% de los tratados con un grupo extremo sin ningún miedo a volar. Las variables predictoras explican un 64% del éxito terapéutico.
