La addenda hace eco a la propuesta de la primera ponencia que plantea la necesidad
de un nuevo modelo de desarrollo humano. Se incide en la necesidad de un cambio de
mentalidad en torno a nuestra cultura de relación con la tierra que requiere mayor
profundidad en la comprensión de los vínculos entre ser humano y naturaleza de manera
que se ponga en valor el carácter humanizador de la naturaleza. La educación ambiental
explicita las relaciones del ser humano con su entorno y encuentra en la mirada uno de
los medios de relación.