Les apparitions publiques de l'empereur byzantin selon le Livre des Ceremonies de Constantin VII
Author
Yannapoulos, PannayotisDate
2009Abstract
De cerimoniis aulae byzantinae by Constantine VII Porphyrogenitus describes the daily ceremonial routine in the imperial palace during the 10th C. The emperor’s public appearances
were accurately scheduled to commemorate religious or political holidays. Only exceptionally, he would appear in journeys out from the capital or participating in triumphs following the victorious military campaigns of the Byzantine army. In every case there was a strict
protocol from which no deviation was permitted. Three stages could be distinguished in
the emperor’s public appearances: a preparatory one inside the palace, where the emperor
performed various religious acts and his courtiers dressed him appropriately; the actual
appearance of the emperor, escorted by his nobility, officials and imperial guard, when he
received popular acclamation but he also listened to his people’s complaints and demands.
Finally, on a third stage, back into the palace, the courtiers undressed the emperor, while
most of the nobility and the officials retired. En De cerimoniis aulae byzantinae Constantine VII Porphyrogenitus describe la rutina ceremonial diaria del palacio imperial durante el siglo X. Las apariciones públicas del emperador estaban minuciosamente programadas para conmemorar festividades religiosas o políticas. Excepcionalmente, sólo se le vería además en viajes fuera de la capital o en los triunfos que seguían a las victorias de las campañas militares del ejército bizantino. En todo caso se seguía un estricto protocolo que no permitía la más mínima desviación. Tres estadios pueden distinguirse en estas apariciones públicas: uno preparatorio dentro del palacio donde el emperador realizaba varios actos religiosos y era vestido por sus cortesanos; su aparición pública, en la que escoltado por sus nobles, oficiales y guardia imperial, era aclamado y escuchaba las súplicas y demandas de su pueblo; por último, de vuelta al palacio, los cortesanos lo desvestían mientras la mayoría de los nobles y oficiales se retiraban.