Desde hace muchos años, los simuladores han contribuido a la formación de trabajadores de diversos sectores laborales, desde conducción hasta lucha contra incendios. Entre ellos, la aviación destaca por el uso de simuladores para la formación de pilotos. El sector marítimo se ha beneficiado de sus conocimientos y sus mecanismos para trasladar esta formación a la vida en el mar. Los simuladores ayudan a mejorar las competencias de la gente del mar, previniendo así los accidentes y la contaminación del entorno que nos rodea.