Atravesado por el feminismo

Abstract

Este trabajo narra en primera persona mis vivencias con el feminismo, tema que me ha atravesado con fuerza durante los últimos años. Partiendo de la noción de aprender desde lo que nos afecta (Hernández, 2018) utilizo el recurso de la autoetnografia (Ellis, Adams y Bochner, 2015) como un tránsito que me permite ir relatando y significando a través del proceso de escritura aquellos acontecimientos relevantes acompañados de reflexiones propias y compartidas sobre el feminismo. De este proceso emerge la idea del feminismo como un poliedro que nos afecta de diferente forma y grado, dibujando una situación no resuelta donde frente a la búsqueda de consensos imposibles y hegemónicos se hace imprescindible mantenernos en diálogo. Pensando que ahí la escuela puede jugar un papel importante, como estudiante de Máster en Orientación Educativa propongo dos ideas que emanan de lo vivido: partir de lo que nos afecta en lugar de los postulados en educación sobre el feminismo y reforzar la convicción de seguir conversando entre la diferencia, sugiriendo la figura del orientador como facilitadora del diálogo (Anderson, 2012; Gergen, 2015).

This dissertation narrates in first person my experiences with feminism, a theme that has pierced me strongly in recent years. Starting from the notion of learning from what affects us (Hernández, 2018), I use the resource of autoethnography (Ellis, Adams and Bochner, 2015) as a transit that allows me to relate and signify through the writing process those relevant events accompanied by own and shared reflections on feminism. From this process emerges the idea of feminism as a polyhedron that affects us in different ways and degrees, drawing an unresolved situation where, in opposition to the seek of impossible and hegemonic consensus, it is essential to keep ourselves in continuous dialogue. Thinking that the school can play an important role there, as a Master in Educational Counseling student I propose two ideas that emanate from what I have lived: starting from what affects us instead of the postulates in education about feminism and reinforcing the conviction to continue talking throw the difference, suggesting the figure of the counselor as facilitator of the dialogue (Anderson, 2012; Gergen, 2015).