Factores que influyen en la aparición de hematomas abdominales tras el procedimiento de administración de Heparina de Bajo Peso Molecular
Fecha
2016Resumen
La enfermedad tromboembólica (ETE) representa un serio problema de salud en España debido a su elevada morbimortalidad. La prevención farmacológica se consigue con heparina de bajo peso molecular (HBPM) con un alto grado de evidencia recogida en las Guías Clínicas. Este inyectable de prescripción muy frecuente en traumatología debido a la cobertura de un alto porcentaje de patologías incluidas en el riesgo estratificado de ETE como “muy alto”, produce entre 1-10% de lesiones locales tras su administración, según su ficha técnica; datos muy inferiores a los identificados en distintos estudios (44-88%) desarrollados con HBPM. Enfermería es la encargada de administrar este fármaco en el ámbito hospitalario, para ello sigue un procedimiento que incluye varios pasos y en los cuales podrían encontrarse algunos de los factores que influyen en la aparición de lesiones locales tipo hematomas y otros factores propios del sujeto [índice de masa corporal (IMC), pliegue cutáneo abdominal (PCA), fototipo de piel (FT) o lesiones cutáneas previas, entre otras].
OBJETIVOS: Identificar los factores relacionados con la aparición de hematomas secundarios a la administración de HBPM, que permita crear una ecuación predictora de dichas lesiones.
MATERIAL Y MÉTODO: Estudio descriptivo transversal, con una muestra mínima de 167 sujetos, en base a los criterios de inclusión y exclusión previamente establecidos. El estudio se desarrolló en la Unidad de hospitalización de Traumatología del Hospital Insular de Gran Canaria entre agosto de 2013-2014. Se incluyeron cinco variables dependientes y 22 independientes. La HBPM utilizada fue Clexane® (enoxaparina), y el procedimiento de administración fue el habitual utilizado por los enfermeros de la unidad. Cada sujeto recibió cuatro dosis del fármaco, y las posibles lesiones se valoran 48h después de cada administración. Análisis estadístico: estadísticos descriptivos, Varianza ANOVA, Coeficiente de Spearman, Regresión Logística y R2 Nagelkerke.
RESULTADOS: Muestra de 202 sujetos (808 inyectables), 100% con prescripción de HBPM, 84.7% presentó hematomas (51.7% en el total de inyectables), área media de 300.4 mm2, FT II acaparó el 45.4% de los hematomas, FT III presentó el mayor dolor, media de dolor “durante inyección” (1.4), frente dolor “después” (1.92). Más del 70% de la muestra tenía sobrepeso, y PCA IV presentaba más del 50% de los mismos. La ansiedad media fue de 12.34. Se consiguió tras identificar las variables confusoras crear una ecuación predictora de lesiones tipo hematomas.
CONCLUSIONES: FT III revela un carácter protector frente a los hematomas, PCA > 36 mm tiene 1.8 veces más riesgo de parecer hematomas; Cada mm que aumente del PCA aumenta el riesgo un 4%, también sujetos con sobrepeso-obesidad (IMC) presentan 1.56 veces más riesgo de hematomas, correlacionándose de forma positiva con el área de las lesiones. También la ansiedad, PCA y IMC correlacionan de forma significativa. El sexo y la edad del sujeto no parece estar relacionado con la aparición de hematomas y percepción dolorosa; Sin embargo, la edad sí parece estarlo con la ansiedad y el dolor “después”. La educación para la autoadministración del fármaco al alta hospitalaria y el conocimiento previo de la probabilidad de parecer lesiones locales de una forma más individualizada, producirá menor demanda de las consultas de enfermería de atención primaria, menor ansiedad ante el inyectable, mayor adherencia al tratamiento antitrombótico y en consecuencia un descenso de ETE y del coste sanitario.