Accesibilidad a los medicamentos en los países en vías de desarrollo un acercamiento estructural, económico, político e institucional
Author
Montealegre Gómez, CésarDate
2018Abstract
En esta Tesis Doctoral se propone mejorar la accesibilidad y uso de los medicamentos impulsando las capacidades de salud farmacéutica de las personas y comunidades. Partiendo de la teoría de justicia social de M. C. Nussbaum, A. Sen y el enfoque particular de S. Venkatapuram sobre las capacidades de la salud, se pretende proponer una persona y comunidad que se constituya como agente responsable y autónomo poseyendo el suficiente control y poder para gestionar sus capacidades básicas, en concreto las capacidades básicas de salud relacionadas al mejor uso y acceso a los medicamentos.
Por capacidad básica, como define Nussbaum, se entiende todo aquello que el hombre puede ser o hacer y cuyo desarrollo es imprescindible para que su vida sea valiosa y digna. Se consideran dichas capacidades como preferencias naturales, intuitivas y racionales por igual, que todo ser humano debe impulsar, tales como las libertades políticas, la educación, la sanidad, las facultades intelectuales, lúdicas, etc. Habrá que preservar, por tanto, la capacidad básica de poder disfrutar de buena salud y de una vida cuya duración sea lo más larga y valiosa posible. Para ello, entre otras cosas, es prioritario asegurar una adecuada accesibilidad y uso de los medicamentos para cada una de las personas y comunidades.
Por capacidad de salud se entenderán las oportunidades y logros ofrecidos como recursos, bienes y conocimientos para satisfacer aquella demanda sobre la realidad corporal y mental que exige la persona de un modo intuitivo y racional y que debe ser, también, validado por las diferentes especialidades científicas y médicas. Por capacidad de salud farmacéutica se han considerado aquellas capacidades de salud directamente implicadas con los medicamentos y que mejoran, de este modo, su accesibilidad y uso abarcando todas las fases del mismo: invención-producto, innovación-proceso y sanitario.
Siguiendo a Sridahr Venkatapuram, toda capacidad de la salud, además, deberá considerar en profundidad las causas, los modelos de distribución y las consecuencias de las desigualdades y diferentes gradientes sociales de salud. Se tendrá que estar especialmente comprometido, a su vez, en considerar especialmente los determinantes socioeconómicos, las diferentes habilidades de conversión de las personas y grupos con respecto a las oportunidades de salud y las características innatas y adquiridas personales.
Este objetivo de mejora en el uso y acceso a los medicamentos nos lleva a realizar un estudio muy profundo sobre la estructura de la industria farmacéutica pasada y actual sustentada en un régimen de patentes. Y nos hace, por contra, definir una estructura de industria farmacéutica sin patentes constituida por muchas pequeñas y medianas industrias que interactúan y cooperan en un ámbito sostenible de mercado inventivo e innovador normativamente separado y diferenciado. También se proponen modelos empresariales especialmente orientados a personas y grupos con escasez de recursos materiales, medios políticos y estructurales que crean y aportan verdadero capital social en dichas comunidades donde se implantan (modelos Bottom of Pyramid) . Y por último, se ha establecido un nuevo modo de gestionar capacidades (derechos de salud) por parte de las personas y sus comunidades mediante modelos institucionales tradicionales de gestión de recursos como son los Common-Pool Resources (CPR). Así, las instituciones de los Common-Pool Resources gestionarán las capacidades de salud farmacéutica entendidas como oportunidades o logros ofrecidos como recursos, bienes y conocimientos que mejoran el uso y a accesibilidad a los medicamentos.
Con dichas medidas se ofrecería una máxima y global igualdad de oportunidades para desarrollar las capacidades y funcionalidades implícitas en dicha industria farmacéutica, así como en la gestión comercial y sanitaria de los medicamentos. Las etapas por las que pasa un medicamento, inventiva-producto, innovadora-proceso y sanitaria, deben ser áreas donde todas las personas y comunidades, independientemente de su lugar de nacimiento, puedan interactuar libremente en función de su decisión y de sus habilidades innatas o desarrolladas.
Existen diferentes propuestas para mejorar la accesibilidad a los medicamentos en los países más pobres, fundamentalmente para enfermedades olvidadas o de alta prevalencia y mortalidad. Dichas propuestas han tenido resultados positivos aunque todavía son insuficientes e inestables. Estas acciones están lideradas por países, organismos internacionales, empresas privadas, instituciones filantrópicas u ONGs, actuando solos o conjuntamente. Lo más problemático es que apenas éstas se dirigen a potenciar y facilitar las capacidades de los individuos y comunidades para que sean responsables y actores eficaces en las diferentes etapas de los medicamentos. Para ello, se necesitan promover estructuras políticas adicionales a las que se proponen para proveer el poder y control de la gestión de las capacidades básicas a las personas individuales y a sus comunidades.
Se proponen, por tanto, asociaciones voluntarias y flexibles, diseñadas con la gramática institucional propia de los Common-Pool Resources (CPR), que no precisan de la estabilidad de las estructuras básicas o institucionales de los Estados nacionales y que han demostrado como los Common-Pool Resources tradicionales ser sostenibles y altamente eficaces. Por otro lado, los CPR necesitan de instituciones mayores, Estados y organismos internacionales, en las que estar anidados como colaboradores o proveedores de diferentes capacidades tan necesarias como aquellas que proporcionan apoyos legislativos, científicos, de información o control, etc.
Los Common-Pool Resources de capacidades básicas generan confianza y cooperación entre los múltiples y diferentes participantes (industrias, usuarios, comunidades, asociaciones, agencias estatales) al gestionar conjuntamente las capacidades claves definiendo reglas y objetivos contractualmente. Esta eficacia, como apunta Venkatapuram, será a su vez operativa si consigue determinar y afrontar las causas, los diferentes modos de distribución y las consecuencias de los diferentes gradientes de salud.
Los objetivos prioritarios reglados en los Common-Pool Resources de gestión de capacidades básicas en general, y las de salud farmacéutica en particular, siempre buscará como prioridad la mejora de capacidades de inicio a corto plazo y la igualación de dichas capacidades entre todos los participantes a medio y largo plazo. En estos CPR no se establecen realmente objetivos mínimos a conseguir ni niveles suficientes que garanticen la dignidad de los participantes. Estos presupuestos éticos exigentes corresponden a otros tipos de instituciones más globalizadoras, ya sean estatales o internacionales.
Estos Common-Pool Resources de gestión de capacidades son instituciones transversales y sostenibles aportando un alto valor social que provee del poder y control sobre la gestión de las capacidades básicas a las personas individuales y sus comunidades así como el poder legislativo al estar directamente implicados en el establecimiento de sus normas y objetivos. Dichas instituciones podrán ser aplicadas a cualquiera de las capacidades básicas que demandan los individuos y sus comunidades.