La educación ecosocial en la etapa de Educación Primaria.

Abstract

El abismo que existe entre la Educación por la Tierra y el punto en el que se encuentran hoy las escuelas es casi tan grande como el abismo existente entre las políticas climáticas actuales y lo mucho que nos reclama la ciencia para lograr un futuro mejor y sostenible. Actualmente, habitamos en unas sociedades donde a la sostenibilidad no se le concede apenas atención, es un tema el cual está ‘’excluído’’, y ni siquiera se habla de él, pero lo principal es ver si existe alguna posibilidad de que se llegue a lograr un sistema educativo verdaderamente centrado en la Tierra. Se podría desempeñar un papel importante animando a las escuelas hacia el modelo de Educación por la Tierra, un modelo educativo más sostenible, en el que todos y todas puedan estar involucrados, aunque parece que las fundaciones actualmente se centran más en las reformas educativas a corto plazo que mejoren el rendimiento académico convencional, dejando de lado una parte fundamental de aprendizaje educativo para el alumnado. Sin embargo, incluso si sus esfuerzos tienen éxito, de no integrarse estas reformas en una ‘’teoría del cambio’’ centrada en la Tierra, los estudiantes seguirán estando mal preparados para los tiempos difíciles futuros. Es por ello, que es fundamental modificar las políticas gubernamentales para que estas puedan orientar mejor a las escuelas hacia la sostenibilidad, ya que de ahí proceden la mayor parte de la financiación y las directrices de las políticas educativas. Aunque bastantes gobiernos han hecho varios esfuerzos por incorporar a sus currículos nacionales la educación para el desarrollo sostenible (EDS), muy pocos han logrado integrar profundamente la sostenibilidad en la medida necesaria para afrontar los desafíos que nos deparan. Es obvio que la educación de su propia mano no salvará a la humanidad, pero puede jugar un papel muy importante en esta sociedad para que así las personas superen los tiempos que se avecinan sin que ello afecte a la humanidad. También, la educación puede ayudar a formar a una nueva etapa, una nueva generación de líderes capaces de ralentizar la crisis ecológica existente hasta una velocidad a la que la humanidad pueda adaptarse. Que la educación desempeñe este papel requerirá sin embargo, un liderazgo decidido de educadores, administradores y de los responsables políticos que los apoyan. Si son capaces de reunir este liderazgo, quizás los estudiantes 3 futuros no sólo estarán más preparados para sobrevivir a los desafíos venideros, sino que se habrán adentrado en la senda hacia un futuro sostenible, y eso es lo más importante.

The gulf that exists between Education for the Earth and the point where schools are today is almost as big as the gulf between current climate policies and how much science demands of us to achieve a better and sustainable future. Currently, we live in societies where sustainability is hardly given attention, it is an issue which is "excluded", and it is not even talked about, but the main thing is to see if there is any possibility of achieving a truly Earth-centered educational system. An important role could be played in encouraging schools towards the Education for the Earth model, a more sustainable educational model, in which everyone can be involved, although it seems that foundations are currently focusing more on short-term educational reforms that improve conventional academic performance, leaving aside a fundamental part of educational learning for students. However, even if their efforts are successful, if these reforms are not integrated into an Earth-centric "theory of change," students will still be ill-prepared for the difficult times ahead. That is why it is essential to modify government policies so that they can better guide schools towards sustainability, since that is where most of the funding and guidelines of educational policies come from. Although many governments have made various efforts to incorporate education for sustainable development (SD) into their national curricula, very few have managed to deeply integrate sustainability to the extent necessary to meet the challenges ahead. It is obvious that education from one's own hand will not save humanity, but it can play a very important role in this society so that people can overcome the times ahead without affecting humanity. Also, education can help shape a new stage, a new generation of leaders capable of 4 slowing down the existing ecological crisis to a speed at which humanity can adapt. For education to play this role, however, will require determined leadership from educators, administrators and the policy makers who support them. If they are able to muster this leadership, perhaps future students will not only be better prepared to survive the challenges ahead, but they will have embarked on the path to a sustainable future, and that is the most important thing.