El conflicto generado a finales del siglo XVI entre los guanches de Tenerife, los regidores del Concejo y los frailes dominicos por llevar a la Virgen de Candelaria en las procesiones dio origen a un curioso proceso que duró varios siglos. Los guanches defendieron sus derechos, llegando incluso a acudir al rey buscando justicia. Este trabajo analiza los distintos episodios y reflexiona sobre los motivos y la mentalidad de los litigantes.