Este artículo analiza el juicio de Íñigo González Azaola, asesor del Gobierno de Filipinas y del cuerpo de Artillería, acusado de proferir, en estado de embriaguez, injurias contra los Borbones y blasfemias contra la Virgen en un convite celebrado en Manila el 11 de agosto de 1827. Iniciado por la Comisión Militar de Manila, el desacuerdo
entre su presidente y el capitán general motivó su irregular traslado a un tribunal más receptivo. Se hace un relato de los incidentes que sufrió la causa hasta su conclusión, por sentencia del Tribunal Supremo de Guerra de 1833, con la absolución del encausado al apreciarse la eximente de embriaguez.
