Los seres otros y sus representaciones en la pintura española de los siglos XVI y XVII
Autor
González Suárez, YaizaFecha
2016Resumen
Únicamente los reyes y la alta aristocracia podían llevar entre sus recreaciones con la
particular rareza, ocurrencia y gracia a bufones, enanos, engendros, gigantes y locos, fingidos o
verdaderos. Su presencia brindaba el contraste necesario a la prudencia y a la belleza; a la majestad,
a la compostura y a la proporción que representaban sus señores. El particular gusto por todo lo raro,
lo monstruoso o lo ridículo como forma de entretenimiento y placer fue, por tanto, una constante en
la corte de los Austrias españoles durante los siglos XVI y XVII. Pero es que estos peculiares y
jocosos compañeros también resultaban muy útiles como consejeros para los monarcas, príncipes e
infantes.
Se trataba de una extraña cofradía de seres humanos que habían llegado hasta la corte para el
divertimento de reyes y cortesanos, y cuya pequeña biografía se halla unida íntimamente a la vida de
los palacios hasta que, con la llegada de los Borbones, fueron desterrados debido a que ya no se
precisaría de ellos para reafirmar a su majestad el rey.
A pesar de que los defectos físicos constituían un rasgo primario de su imagen, la habilidad
más valorada y singular de estos personajes radicaba –únicamente- en el uso de su ingenio. Por lo
general poseían una gran capacidad de improvisación lo que les permitía criticar y apodar
chistosamente a cualquier persona componiendo versos instantáneos, al modo de los antiguos
juglares