La culminación de la conquista de la isla de Gran Canaria y la consolidación de la nueva sociedad trajo aparejado que los mismos delitos y las mis-mas causas que imperaban en la Corona de Castilla se trasladasen al archipiélago, entre ellas aquellas que tenían que ver con el amanceba-miento de los clérigos. Un proceso seguido en Las Palmas da cuenta de este escandaloso delito.