Microbiota intestinal y salud mental: el papel de los psicobióticos.

Abstract

El intestino humano está colonizado por un ecosistema microbiano conocido como microbiota capaz de regular un gran número de funciones que van desde el mantenimiento de la homeostasis intestinal hasta la modulación del comportamiento. Esto es posible gracias a la existencia de una vía de comunicación entre el intestino y el cerebro denominada eje intestino-cerebro. El descubrimiento de este eje conllevó el inicio de la realización de estudios preclínicos y clínicos para emplear probióticos en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y trastornos psiquiátricos. Los psicobióticos son probióticos que, ingeridos en cantidades adecuadas, pueden conferir beneficios en la salud mental. La principal diana de búsqueda de este tipo de probióticos son aquellas cepas bacterianas capaces de producir sustancias neuroactivas que actúan sobre el eje intestino-cerebro, como la serotonina. Existen evidencias del efecto de algunos psicobióticos en el alivio del deterioro cognitivo o síntomas depresivos, relacionado principalmente con la acción antiinflamatoria y la capacidad de reducir la actividad del eje hipotálamo-pituitario-adrenal. Sin embargo, aún se necesitan estudios longitudinales a gran escala para poder confirmar su efectividad.

The human gut is colonized by a microbial ecosystem known as microbiota, which can regulate many functions, including the maintenance of gut homeostasis and behaviour modulation. The gut and the brain are connected through the so-called gut-brain axis, whose discovery promoted the preclinical and clinical studies development to use probiotics in the treatment of neurodegenerative diseases and psychiatric disorders. Psychobiotics are probiotics with mental health benefits when ingested in adequate amounts. Bacterial strains capable to produce neuroactive substances acting over the gut-brain axis, such as serotonin, are the main research focus of this type of probiotics. Some psychobiotics are believed to relieve cognitive impairment or depressive symptoms, mainly related to their antiinflammatory action and the ability to reduce the hypothalamic-pituitary-adrenal axis activity. However, results from large-scale longitudinal studies are still needed to prove their efficacy.