The God Shed at Amarna
Autor
Gestoso Singer, GracielaFecha
2022Resumen
During the Amarna Period (fourteenth century BCE), Akkadian and Hittite texts attest a lethal epidemic that spread from Egypt to Syria and the land of Hatti. DNA studies conducted on the mummies of Tutankhamun and two other members of the royal family (Thuya and Yuya) confirmed that they had been infected with malaria. Excavations at the Southern and Northern Tombs reveal evidence of traces of dietary deficiency, diseases, and heavy workloads. The discovery of stelae and chapels in the workmen’s village that were dedicated to the worship of ancestors and of the gods Amun, Aten, Shed, and Isis permit an analysis of the different forms of materialization of the ancestral memory of a population during hard times. The last days of Amarna witnessed the cult of the god Shed, the “Savior,” who sought to save the Egyptians from disease and misfortune. The presence of several diseases that were easily spread in the poor living conditions of the tomb workers could explain the short period of activity of the new capital (ca. 1350–1330 BCE). New archaeological evidence allows us to interpret the practices of private worship of ancestors and gods as evidence of a complex economic-social and political phenomenon that arose during a time of changes and marked a transition towards the restoration of traditional cults. Durante el período de Amarna (siglo XIV a.C.), los textos acadios e hititas atestiguan una epidemia letal que se extendió desde Egipto a Siria y a la tierra de Hatti. Los estudios de ADN realizados en las momias de Tutankamón y otros dos miembros de la familia real (Tuya y Yuya) confirmaron que habían sido infectados con malaria. Las excavaciones en las tumbas del sur y del norte revelan evidencia de rastros de deficiencia dietética, enfermedades y cargas de trabajo pesadas. El descubrimiento de estelas y capillas en la aldea de los trabajadores dedicadas al culto de los antepasados y de los dioses Amón, Atón, Shed e Isis permiten analizar las diferentes formas de materialización de la memoria ancestral de una población en tiempos difíciles. Los últimos días de Amarna fueron testigos del culto del dios Shed, el “Salvador”, que buscaba salvar a los egipcios de la enfermedad y la desgracia. La presencia de varias enfermedades que se propagaron fácilmente en las malas condiciones de vida en la aldea de los trabajadores de las tumbas podría explicar el corto período de actividad de la nueva
capital (ca. 1350-1330 a.C.). La nueva evidencia arqueológica nos permite interpretar las prácticas de culto privado a los antepasados y dioses como evidencia de un complejo fenómeno económico-social y político que surgió durante una época de cambios y marcó una transición hacia la restauración de los cultos tradicionales.