Tears in Rain: An Ecogothic Hardboiled Tribute to Philip K. Dick’s Do Androids Dream of Electric Sheep?

Abstract

Tears in Rain is set in Madrid in 2109, a large city in a heavily polluted dystopic world which has seen several wars, alien contacts, genetic engineering, teletransportation, pollution and dramatic climate changes due to ecophobia and a limitless appetite for resource exploitation. It is a world in which the management, privatization and monopolization of vital resources by large multinationals have caused scarcity; exacerbating the environmental injustice towards those who contribute least to it. Mixing the SF with the Postmodern EcoGothic and the hard- boiled model, this fictional society is immersed in a civilizational crisis that affects our own

conception as subjects. This situation of environmental injustice translates into social tensions and the marginalization of those humans, replicants and aliens who are forced to live in the most degraded areas. These underprivileged marginalized beings serve to renegotiate human identity, but also to ignite fanatical fundamentalisms that define their identity in aggressive opposition to the ‘other’. The goal of this article is to explore fear, the dissolution of the self, the construction of peoples as monstruous others, the preoccupation of bodies which are modified and nature as a space of crisis as markers of Postmodern EcoGothic in Rosa Montero’s novel.

Lágrimas en la Lluvia está ambientada en Madrid en 2109, una gran ciudad en un mundo distópico muy contaminado que ha visto guerras, contactos extraterrestres, ingeniería genética, teletransportación, contaminación y cambios climáticos dramáticos debido a la ecofobia y a un apetito ilimitado por la explotación de recursos. Un mundo en el que la monopolización de recursos vitales por parte de grandes multinacionales ha provocado escasez; exacerbando la injusticia hacia quienes menos contribuyen a ella. Mezclando la ciencia ficción con el ecogótico posmoderno y el modelo hard-boiled, esta sociedad se encuentra inmersa en una crisis civilizatoria que afecta nuestra propia concepción como sujetos y que se traduce en tensiones sociales y la marginación de aquellos humanos, replicantes y alienígenas que se ven obligados a vivir en las zonas más degradadas. Estos seres desfavorecidos sirven para renegociar la identidad humana, pero también para encender fundamentalismos fanáticos que definen su identidad en oposición agresiva al «otro». El objetivo de este artículo es explorar el miedo a la disolución del yo, la construcción de las personas como otros monstruosos, los cuerpos que se modifican y la naturaleza como espacio de crisis como marcadores del ecogótico posmoderno en la novela de Rosa Montero.