Variables personales y contextuales que afectan a la eficacia de la reexperimentación emocional

Abstract

La vivencia de situaciones estresantes, molestas o traumáticas es relativamente frecuente en la vida de los seres humanos. La expresión de las emociones, especialmente las relacionadas con este tipo de situaciones, se considera normal y saludable. De esta idea, surge el paradigma de reexperimentación emocional (RE) a principio de los años ochenta del siglo pasado. El paradigma tradicional de RE implica que los participantes escriban sobre sus experiencias más altamente molestas, estresantes o traumáticas acompañadas de las emociones y pensamientos más profundos. Las sesiones se realizan individualmente, por escrito, durante tres o cuatro días consecutivos y con una duración por sesión en torno a 20 minutos. Desde sus inicios, el paradigma de RE se asoció a la obtención de beneficios físicos y psicológicos, en aquellas personas que habían sufrido un evento traumático. Sin embargo, su aplicación, tanto en poblaciones sanas como clínicas, ha dado como resultado datos, en algunos casos, poco concluyentes. Algunos elementos que han podido influir en la heterogeneidad de los datos sobre la eficacia de la RE son, entre otros, las instrucciones utilizadas, el tiempo de las sesiones, el tipo de trauma narrado, así como variables personales. Como propósito de la presente investigación se plantea conocer cómo la narración de un mismo o distintos traumas a lo largo de las sesiones, en sesiones de 15 ó 30 minutos influye sobre el bienestar psicológico y físico de los participantes. Asimismo, se trata de conocer cómo influyen variables personales como la alexitimia, el optimismo y el estrés postraumático, así como el tipo de trauma, real o imaginario, interviene en el bienestar a partir de un estudio experimental. El desarrollo de los contenidos teóricos se ordena de la siguiente manera: en primer lugar una breve exploración de los antecedentes de la RE a lo largo de la historia. Posteriormente, se expone una revisión de los estudios en población sana y, posteriormente, en población clínica. Tras esto, se comentan las teorías más influyentes dentro del campo de la RE y, finalmente, los potenciales moduladores de la eficacia de la RE. Los principales resultados mostraron como el procedimiento de RE se asoció a mejoras en los niveles de salud física y bienestar psicológico, medido a través de los niveles de ansiedad y depresión. Se observó que las mejoras se asociaron especialmente, a los procedimiento largos (30 minutos de narración) y solo en el caso de los niveles de ansiedad fue necesaria la narración del mismo trauma a lo largo de las sesiones. El grupo de trauma imaginación no mostró los beneficios a largo plazo esperados. Y, finalmente, en relación al papel mediacional de las variables personales, se observó, por un lado, como las personas alexitímicas se beneficiaron de los procedimientos largos de reexperimentación y, por otro, que los procedimientos de narración del mismo trauma a lo largo de sesiones largas, permiten a los participantes pesimistas obtener resultados similares a los optimistas. A pesar de que el procedimiento ha demostrado cierta eficacia, su uso debe limitarse a servir como un complemento a tratamientos apoyados empíricamente o formar parte de paquetes de intervención eficaces.