Reformar para privatizar la educación superior en Brasil
Date
2018Abstract
La educación superior se convirtió a partir de mediados del siglo pasado un espacio estratégico para la
consolidación del proyecto político, económico y financeiro del grupo dominante de la actualidad. En 1995,
cuando se dio la celebración del «Acuerdo General sobre el Comercio y los Servicios» (GATS), el mismo
año que entra en vigor oficialmente la Organización Mundial del Comercio (OMC), la educación se introdujo
en el rol de servicios, pasando desde entonces a ser entendida como una mercancía. El GATS fue el primer
instrumento de aplicación multilateral y universal en este sector, favoreciendo la liberalización global del comercio
de servicios. A partir de este acuerdo la formación ofrecida por instituciones de educación superior
es transformada en una mercancía regulada por la lógica del lucro y de la acumulación. La reforma en los
sistemas de educación superior fue recomendación de la OMC con el fin de reducir costos e incrementar una
mayor autonomía para las instituciones, esta entendida claramente como la tarea preponderante de buscar
otras fuentes de financiamiento a través de alianzas con el sector productivo, privatización del sector. En
Brasil, esta recomendación fue seguida por la vía de la institucionalización de fundaciones en el interior de
las universidades públicas y por el aumento del número de instituciones privadas. Como miembro de la OMC,
Brasil, en el mandato del ex presidente FHC (1995 - 2002) emprendió una profunda reestructuración
del Sistema Nacional de Educación Superior. El proyecto de reforma de este nivel de enseñanza llevó
al enjuagado de las universidades públicas con cortes radicales en las inversiones y, también, con la
transferencia de la actividad de oferta de cursos y programas de educación superior al sector privado.
Resultado: se privatizó el sector contribuyendo a la exclusión de miles de jóvenes que solo volver a las
universidades en el Gobierno Lula (2003 – 2011). Este cambio está hoy profundamente amenazado. Higher education became, from the middle of the last century, a strategic space for the consolidation of the political
project of the dominant group of today. In 1995, when the General Agreement on Trade and Services (GATS)
was concluded, the same year that the World Trade Organization (WTO) officially entered into force, education
was included in the list of services, , to be understood as a commodity. The GATS was the first instrument of
multilateral and universal application in this sector favoring the global liberalization of trade in services. From this
agreement the training offered by institutions of higher education is transformed into a commodity regulated by
the logic of profit and competition. The reform in higher education systems was a recommendation of the WTO
to reduce costs and increase the autonomy of institutions, which is clearly understood as the primary task of
seeking other sources of financing through partnerships with the productive sector, privatization of the sector. In
Brazil, this recommendation was followed by the institutionalization of foundations within the public universities
of the federal system and by the increase in the number of private institutions of higher education. As a member
of the WTO, Brazil under the mandate of former President FHC (1995-2002) undertook a profound restructuring
of the National System of Higher Education. The project to reform this level of education has led to the reduction
of public universities with radical cuts in investment and also to the transfer of the activity of offering courses and
higher education programs to the private sector. Result: the sector was privatized contributing to the exclusion of
thousands of young people who only return to the universities in the Lula government.