Las Islas Canarias forman parte de una de las rutas
marítimas irregulares de la emigración africana hacia
el continente europeo. El reducido tamaño de las islas,
tanto en términos geográficos como demográficos y
económicos, conlleva un reto específico en la gestión
de la acogida, en particular si consideramos la relativa
imprevisibilidad del fenómeno. Por esta razón es
importante abordar algunas claves para comprender la
evolución de las migraciones marítimas irregulares hacia
las islas Canarias en la última década.