La séptima víctima, la primera película dirigida por Mark Robson, constituye un magnífico
ejemplo de la concepción del terror que tenía el productor Val Lewton. Su cuarto filme para
la RKO, el primero no dirigido por Jacques Tourneur, pone de manifiesto que Lewton era
el auténtico responsable de su ciclo fantástico.
The Seventh Victim, first
film directed by Mark Robson, is a magnificent example of the producer Val Lewton’s
terror concept. His fourth RKO film, the first without Jacques Tourneur, reveals that Lewton
was the genuine responsible of his fantastic cycle.