Los intentos de industrialización en Canarias: El caso del Polígono Industrial Valle de Güímar.
Fecha
2019Resumen
La industrialización como camino para conseguir el desarrollo fue la obsesión
en la España de los años 60 del siglo pasado. Con esta intención, en Canarias,
los Cabildos Insulares se centraron en la instalación de polígonos industriales,
que había sido el mecanismo básico aplicado durante el periodo en otras zonas
del país, en el convencimiento de que en Canarias también funcionaría. Sin
embargo, las condiciones estructurales de las Islas no parecían las adecuadas,
como pusieron más tarde de manifiesto diversos estudios que se encargaron
sobre la cuestión.
En este contexto, a finales de los sesenta del pasado siglo, con el impulso
principal del Cabildo Insular de Tenerife, se emprendió el proyecto de crear una
zona industrial en la zona costera de los municipios de Candelaria, Arafo y
Güímar.
Tras realizar todos los trámites legales y administrativos necesarios para la
puesta en marcha del Polígono Industrial del Valle de Güímar, y a causa de que
la crisis del petróleo había llevado la economía occidental a una fase recesiva,
la instalación de las empresas tardó en responder a las expectativas que el
proyecto había despertado.
Simultáneamente se va desarrollando un sentimiento ecologista que se
transformará en un movimiento organizado cuyos objetivos, entre otros, era la
defensa de la zona conocida como el Malpaís de Güímar, que en principio
estaba incluida en el área que se había proyectado el Polígono.
La asunción por el Gobierno Autónomo Canario de competencias
medioambientales fue dando lugar a diversa legislación que paulatinamente
aumentó tanto el nivel de protección de dicha zona, como su extensión, lo que
obligó a adaptar el plan del Polígono, reduciendo su tamaño.
Con la recuperación de los años noventa, la instalación de empresas va
aumentando, lo que unido a la reducción del proyecto, causó que, para el año
2006 en que se declaró la zona como Reserva Natural Especial, la ocupación
del Polígono fuera completa. Industrialization as the way to achieve economic development was an
obsession in Spain during the sixties in the last century. Following that idea,
Island Councils promoted the creation of industrial parks, as it was the basic
mechanism applied during that period in other regions of the country, hopping to
get the same positive result in the Canary Islands. However, the structural
conditions of the Islands did not seem adequate, as it was later proven by
various researches that analyzed the situation.
In this frame, during the late sixties and mainly supported by the Council of
Tenerife, a project was initiated with the purpose of creating and industrial area
along the coast of the Municipalities of Candelaria, Arafo and Güímar.
Following all the necessary legal and administrative procedures to establish the
Valle de Güímar Industrial Park, and because of the economic recession in
which the western countries were immersed due to the oil price crisis, the
establishment of companies in the area did not meet the initial expectations.
Simultaneously, an ecological feeling awoke and developed an organized social
movement. The purpose of which was, among others, the preservation of an
space known as El Malpaís de Güímar, initially included in the area planned to
accommodate the industrial park.
The assumption of environmental jurisdiction by the Autonomous Government
of the Canary Islands lead to the emergence of legislation that gradually
increased both the level of protection and the extent of the preserved area,
forcing to readjust the industrial park’s plan by reducing its size.
With the economic recovery of the nineties, the number of companies settled in
the industrial park increased. This, in connection with the reduction of the
planned project caused that, in 2006, when the area was declared a Special
Nature Reserve, the occupancy of the industrial park reached its full capacity.