Desde la más remota antigüedad, a partir de desde el momento en que la costa se pierde de vista, los navegantes han recurrido a la observación de los astros visibles para orientarse y conocer su posición. A finales del siglo XV el desarrollo de las grandes expediciones navales impulsaron la navegación astronómica. Hoy en día se han desarrollado sistemas de ayuda a la navegación que han dejado en segundo plano la práctica de la navegación astronómica.