Trastorno de ansiedad por separación: psicopatología y evaluación
Autor
Cortés Calvo, MónicaFecha
2020Resumen
La ansiedad por separación es reconocida como un fenómeno normativo y adaptativo
durante el desarrollo temprano del niño, generalmente es de intensidad leve y comienza a
disminuir después de los tres años de edad. Sin embargo, varias son las influencias tanto
genéticas como ambientales que pueden agudizar la ansiedad y convertirla en un trastorno de
ansiedad por separación (TAS) (Méndez et al., 2017). Es uno de los trastornos más
prevalentes en niños menores de 12 años y el más frecuentemente diagnosticado (Kessler, et
al., 2012). Sus repercusiones negativas en varias áreas principales del funcionamiento y su
alta comorbilidad con otros trastornos, hacen de él un factor de riesgo para el desarrollo de
psicopatologías en la edad adulta, sobre todo del trastorno de pánico y depresión (Biederman,
et al., 2007). La detección e intervención tempranas son, por tanto, de gran importancia.
Es importante realizar una evaluación multimétodo, multifuente y multifase para
elaborar un diagnóstico clínico específico y planificar un tratamiento individualizado. Los
profesionales cuentan para diagnosticar el TAS con la Entrevista para el Diagnóstico de los
Trastornos de Ansiedad para versión niño/padre, del DSM-IV (ADIS-IV-C/P). Y con
herramientas genéricas de ansiedad, en las que se destaca el SCAS por tener una variante para
padres (evaluación multi-informante) y estar validada con población española (Orgilés,
Méndez, Spence et al., 2012). En la práctica clínica se cuenta con cinco instrumentos para
poder evaluar el constructo de manera específica con aceptables propiedades psicométricas
para su utilización con población infantil y juvenil, entre ellos se destaca la SAAS-P/C (para
versión niño/padre) por estar diseñada para esta población, permitir una evaluación mutiinformante y además recoger la mayoría de los criterios diagnósticos del DSM (Orenes,
2015).
II
Para aquellos niños en edades comprendidas entre los 3 y los 5 años y que manifiestan
sintomatología en línea con el trastorno nos encontramos con una carencias de instrumentos
de evaluación (Penosa, 2017). Separation anxiety is recognized as a normative and adaptive phenomenon during the
early development of the child, it is generally mild in intensity and begins to decrease after
three years of age. However, there are several genetic and environmental influences that can
exacerbate anxiety and turn it into separation anxiety disorder (SAD) (Méndez et al., 2017). It
is one of the most prevalent disorders in children under 12 years of age and the most
frequently diagnosed (Kessler, et al., 2012). Its negative repercussions in several main areas
of functioning and its high comorbidity with other disorders, make it a risk factor for the
development of psychopathologies in adulthood, especially panic and depression (Biederman,
et al., 2007). Early detection and intervention are therefore of great importance.
A multi-method, multi-source, and multi-phase evaluation is important to develop a
specific clinical diagnosis and plan individualized treatment. Professionals count to diagnose
SAD with the Interview for the Diagnosis of Anxiety Disorders for child / parent version, of
the DSM-IV (ADIS-IV-C / P). And with generic anxiety tools, in which the SCAS stands out
for having a variant for parents (multi-informant evaluation) and being validated with the
Spanish population (Orgilés, Méndez, Spence et al., 2012). In clinical practice, there are five
instruments to be able to evaluate the construct in a specific way with acceptable
psychometric properties for use with children and adolescents, among them the SAAS-P / C
III
(for child / parent version) stands out because it is designed for this population, allow a multiinformant evaluation and also collect most of the DSM diagnostic criteria (Orenes, 2015).
For those children aged between 3 and 5 years and who manifest symptoms in line
with the disorder, we find a lack of assessment instruments (Penosa, 2017).