Petite maison y folie: ¿Espacios libertinos?

Abstract

Durante las primeras décadas del siglo XVIII, surgieron en los alrededores de París pequeñas construcciones apartadas en frondosos parques, conocidas como folies o petites maisons. Rápidamente, una de sus funciones contribuyó a consolidar el mito por el que se hicieron más populares: en ellas la aristocracia ociosa vivía sus aventuras galantes clandestinas. Su sencilla apariencia exterior camuflaba interiores lujosos y sensuales puestos al servicio de la relajación moral. El término petite maison, se relaciona con sus pequeñas dimensiones, a menudo de una sola planta. También se conocían estos edificios por el nombre de folie, ya que se invertían alocadamente grandes fortunas en su construcción y decoración, a menudo para entregarse a locuras libertinas (Delon 2000, 116). Este fenómeno arquitectónico se inscribe en un contexto histórico concreto caracterizado, entre otros, por la liberación ideológica y moral, así como por el auge de la literatura erótica. Los cambios sociales que se estaban produciendo alcanzaron a la literatura y, la realidad se hizo tema literario. De esta manera, petites maisons y folies, junto a cabinets y boudoirs y, se convirtieron en el escenario de los textos libertinos.