Una manera de resolver, o al
menos apaciguar, los conflictos personales, es observarlos a distancia,
sin establecer juicios. Esto permite
restarles trascendencia. La mente
se calma, desaparece el apremio, y
como por arte de magia, se entra en
el mundo de las posibilidades.
Puede parecer un consejo extraído de un libro de autoayuda, pero
no. Fue de este modo como surgió y
se desarrolló el proyecto que contiene este documento.