A Prestigious Imposition: From Multilingualism to English CLIL
Author
Mele Marrero, MargaritaDate
2015Abstract
A lo largo de su historia la lengua inglesa ha tenido que sortear muchos obstáculos antes de llegar a alcanzar el prestigio del que goza hoy en día. Su sometimiento a las lenguas clásicas o a otras vernáculas europeas es ya una cuestión del pasado. A pesar de la omnipresencia del término multilingüismo en la normativa europea, el inglés mantiene su posición como primera lengua extranjera. El propósito de este trabajo es discernir si las políticas lingüísticas europeas han contribuido de alguna manera a otorgarle esta posición. El análisis de documentos elaborados por la Comisión Europea así como otros realizados con el apoyo de la misma muestran que el multilingüismo está en receso.
Es más, al estudiar informes sobre España y concretamente de las Islas Canarias, puede señalarse que el sistema AICLE (Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras, CLIL en sus siglas en inglés), más que favorecer el multilingüismo como sugería la Unión Europea, ha servido para promover el uso de “solo inglés” en aulas ocupadas por alumnos preseleccionados. Aunque no es el objetivo de este trabajo, evaluar AICLE como método, cabe manifestar la preocupación de que este pudiera convertirse en una forma de segregación. De aquí que, si bien el multilingüismo necesita ser reconsiderado seriamente, el uso del inglés como lengua franca más aún Along its history English has had to overcome many obstacles to achieve the prestige it holds today.
Its submission to the Classical and other vernacular languages is a matter of the past. In spite of the omnipresence of the word multilingualism in the European legislation, English maintains its position as the first foreign language learnt. The purpose of this paper is to discern if the European linguistic policies have somehow contributed to this fact. By analysing documents issued by the European Commission as well as others it has funded, it is shown that multilingualism is actually in decay. Furthermore, considering reports on Spain and specifically the Canary Islands, it can be revealed that CLIL (Content and Language Integrated Learning), rather than favouring multilingualism as it was once suggested by the EU, has promoted the use of English-Only in public classrooms occupied by selected students. Though it is not the objective of this paper to evaluate CLIL as method, a final concern is manifested when it might become a tool of segregation. Hence, if multilingualism needs a serious reconsideration, the use of English as a lingua franca does too.