Wong Kar-wai se ha convertido por méritos propios en uno de los cineastas
orientales más alabados en occidente. Su singular estética ha provocado que sea un
autor fácilmente reconocible con apenas unos cuantos fotogramas, algo que ha
cautivado a una parte importante del público. Pero, realmente ¿qué hay detrás de todo
esto?
El cineasta confiere a sus escenas una profunda poética que ahonda en el
sufrimiento melancólico del ser humano, y eso lo expresa a través de diferentes
elementos estéticos, esperando que el espectador, por medio de la contemplación,
vislumbre todo lo que Wong se ha molestado en ocultar.