Este artículo quiere demostrar cómo Jean Giono descubrió en Juan Ramón Jiménez la pureza de escritura que él mismo tanto practicaba en sus narraciones elípticas. De esta manera, este afán de depuración que ambos buscaban en sus escrituras sería uno de los puntos en común que hiciera que Jean Giono se convenciera para realizar el trabajo de adaptación cinematográfica de Platero y yo.