Refractive Depths of Passion in Wuthering Heights: Brontë, Buñuel and Beyond Humanism
Autor
Pyke, SusanFecha
2018Resumen
Desde el Romanticismo hasta hoy en día se ha venido produciendo una contestación al
silenciamiento sentiente de la nación que había caracterizado la época de la Ilustración. En
1858, la novela de Emily Brontë, Cumbres borrascosas, nos muestra un páramo de Yorkshire
cuna de flora, agua siempre presente y viento fantasmagórico. Cien años después esta novela
brillante y provechosa inspiró Abismos de Pasión, dirigida con habilidad por Luis Buñuel.
Esta película encarna muy bien la descentralización de lo humano de Brontë, mostrando una
amplitud conceptual similar, al representar los intercambios comunicativos entre lo humano
y lo no-humano. Tanto Buñuel como Brontë contestan el proyecto humanista de silenciar
lo no-humano simplemente al aceptar que lo más-que-humano pueda ser escuchado. Una
película reciente sobre Cumbres borrascosas, dirigida por Andrea Arnold, continúa esta misma
tradición. Ambos, lo animal y lo no-animal pueden ser escuchados, haciendo hincapié en
las propiedades actantes de lo no-humano, tal como sucede en la novela de Brontë. Dichas
comunicaciones son coadyuvantes, por lo menos razonablemente, de hacer que los lectores
y los espectadores escuchen de formas novedosas y permeables. There is a counter-tradition to the Enlightenment project of silencing the sentience of
country which can be traced from Romanticism to contemporary times. In 1858 Emily
Brontë’s novel Wuthering Heights introduced its readers to a Yorkshire moor of cradling
flora, interventionist waters and ghost-accommodating winds. One hundred years later
this brilliantly productive novel inspired Abismos de Pasión, ably directed by Luis Buñuel.
Buñuel’s film connects with Brontë’s decentralisation of the human, demonstrating a similar
conceptual openness to representing communicative exchanges between the human and
non-human. Buñuel, like Brontë, resists the humanist project of silencing the non-human
by the simple but powerful act of accepting that the other-than-human can be heard. The
most recent Wuthering Heights film, directed by Andrea Arnold is made in this tradition.
The animal and non-animal are given room to speak, highlighting the actant properties of
the non-human, permitted in Brontë’s novel. Such communications are instrumental if not
reasonable, for they invite attentive audiences to listen in newly porous ways.