Desde los sentidos. Una cartografía de mi ser docente.

Abstract

El presente trabajo trata de la aventura de mi propio aprendizaje, desde el deseo que se moviera por la reflexividad (Ramos, 2013) de mi propia vivencia como docente en un curso, dentro del ámbito de la educación no formal, dirigido a personas a las que la escolarización no les fue útil y, que supuso una experiencia educativa transformadora para todos. Con la intención de reflexionar y profundizar en el ser docente como agente de cambio (Freire, 1997), se realiza una investigación pos-cualitativa a través de la elaboración de una cartografía visual, como un instrumento epistémico que posibilita el aprendizaje desde la propia práctica, en la que se unen los afectos, las emociones, los gestos… (HernándezHernández y Sancho Gil, 2019). La cartografía visual elaborada se nutre tanto del encuentro mantenido con mi alumnado al final del curso, en el que compartieron impresiones, valoraciones, ideas, afectos sobre la experiencia educativa vivida, como del significado qué desde la sorpresa y evocación (Hernández-Hernández, 2008) tiene para mí “ser docente”. La cartografía elaborada, “Isla Azahar”, es una representación visual que expresa aquellas reflexiones nudos, caminos y piezas que constituyen mi manera de entenderme como un ser docente que propicia y desea generar transformación en su alumnado, y desde ella emergen pensamientos, saberes que me hacen entender que educación y emoción son indisociables en la transformación, al concebir la relación educativa como un encuentro en el que cada alumno/a provoca tránsitos desde el amor educativo en la aceptación del otro, en enseñar pensando en el que aprende, en la importancia de los silencios para dar voz, en la necesidad de arriesgarme por mi alumnado, reafirmándome en mi compromiso pedagógico con el que inicié mi travesía en la educación.

This work deals with the adventure of my own learning, from the desire that it be moved by the reflexivity (Ramos, 2013) of my own experience as a teacher in a course, within the field of non-formal education, aimed at people to whom schooling was not useful to them, and it was a transformative educational experience for all. With the intention of reflecting and delving into being a teacher as an agent of change (Freire, 1997), post-qualitative research is carried out through the development of a visual cartography, as an epistemic instrument that enables learning from practice itself, in which affections, emotions, gestures are united ... (Hernández-Hernández and Sancho Gil, 2019). The visual cartography developed is nourished both by the meeting with my students at the end of the course, in which they shared impressions, evaluations, ideas, and affections about the educational experience, as well as the meaning that from surprise and evocation (Hernández-Hernández, 2008) has for me "being a teacher". The elaborated cartography, “Isla Azahar”, is a visual representation that expresses those reflections, knots, paths and pieces that constitute my way of understanding myself as a teaching being that encourages and wishes to generate transformation in its students, and from it thoughts emerge, knowledge that makes me understand that education and emotion are inseparable in transformation, by conceiving the educational relationship as an encounter in which each student causes transitions from educational love to acceptance of the other, to teach thinking about the learner, in the importance of silences to give a voice, in the need to take risks for my students, reaffirming my pedagogical commitment with which I began my journey in education.