La condición CsO, o de la política de la sensación
Autor
Alliez, EricFecha
2004Resumen
El Cuerpo sin Órganos tiene que herir. Lo cual significa, para el filósofo, que el CsO desorgan-
izará su identidad filosófica. Como tal, el CsO estalla en medio de la obra de Gilles
Deleuze y es la marca de una ruptura entre una Lógica del sentido y una Lógica de la
sensación, entre una biofilosofía y una biopolítica, contemporánea de los acontecimientos
de mayo del 68 y del comienzo de la colaboración de Deleuze con Félix Guattari.
Mientras que antes de la ruptura existe una superficie de singularidades móviles que
expresa una deleuziana maquinaria estructuralista del sentido, después de dicha ruptura
el pensamiento logra su auténtica materialidad en conceptos llenos de vida, conceptos
que han sido construidos maquínicamente y que expresan acontecimientos. El pensamiento
no es ya inmanente a la vida, sino que se trata de la dimensión vital de la vida que
se arroja a lo impensado gracias a la ruptura producida por el CsO. Este arrojarse da lugar
a la sensación, entendida como la dimensión tanto estética como política del CsO, que
crea nuevas posibilidades para la vida. A la postre, la biopolítica resulta coextensiva tanto
del arte como de la filosofía, haciendo válida como a ninguna otra la pregunta de Deleuze
y de Guattari: «¿cómo hacerse un cuerpo sin órganos?». The Body without Organs has to
hurt. This means, for the philosopher, that it must dis-organ-ise his or her philosophical
identity. As such, the BwO explodes in the middle of Gilles Deleuze’s work, and marks
a break between a Logic of Sense and a Logic of Sensation, between a biophilosophy
and a biopolitics, contemporary with the events of May ’68 and the beginning of
Deleuze’s collaboration with Felix Guattari. Before the break there is a surface of mobile
singularities expressing a Deleuzian structuralist machinary of sense, while afterwards
thought attains its true materiality in living concepts constructed machinically and
expressing events. Thought is no longer immanent to life, but is the vital dimension of
life plunging into the unthought through the break introduced by the BwO. This
plunge produces sensation, as both the aesthetic and political dimension of the BwO,
creating new possibilities for life. Biopolitics finally becomes coextensive with both art
and philosophy, nothing else but Deleuze and Guattari’s question, How Do You Make
Yourself A Body Without Organs?’.