Regularización formal del género en los adjetivos del catalán en comparación con el español
Fecha
2020Resumen
Con la desaparición del género neutro en el paso del latín a las lenguas románicas, los
adjetivos latinos de tres terminaciones se adaptaron en catalán como adjetivos de dos terminaciones, normalmente con las marcas Ø para el masculino y -a para el femenino, como
en clar-Ø ‘claro’ ~ clar-a ‘clara’; este patrón es transparente y máximamente icónico. Los
adjetivos de dos terminaciones, en cambio, se convirtieron en invariables, como en catalán
antiguo fort-Ø ‘fuerte’. El sincretismo de género, a pesar de los problemas de iconicidad y
transparencia que genera, podría mantenerse si las clases invariables estuvieran definidas por
propiedades extramorfológicas que contribuyeran a su estabilidad, como sucede en español
con la terminación -e, que permite adscribir los adjetivos a la clase de invariables (por ej.,
fuerte). En catalán, sin embargo, la ausencia de terminaciones específicas para los invariables
agrava los problemas de iconicidad y transparencia de estas formas, por lo que la tendencia
a crear femeninos analógicos (como fort-a ‘fuerte, fem.’) es más fuerte que en español. Due to the loss of the neutral gender in the evolution from Latin to Romance languages,
three-ending Latin adjectives were adapted as two-ending adjectives in Catalan, usually
with the marks Ø in the masculine and -a in the feminine, as in clar ‘clear, masc.’ ~ clar-a
‘clear, fem.’; this pattern is transparent and maximally iconic. Two-ending Latin adjectives
became invariable instead, as in old Catalan fort-Ø ‘strong’, giving rise to gender syncretic
forms, which lack transparency and iconicity. Despite the naturalness challenges raised
by syncretism, it can be maintained if invariable classes are defined by extramorphological properties that enhance their stability, as is the case of Spanish with the ending -e
determining membership to the invariable gender class (e.g., fuert-e ‘strong’). In Catalan,
though, the lack of exclusive endings for invariable adjectives worsens their iconicity and
transparency, and so the tendency to create analogical feminine forms (e.g., fort-a ‘strong,
fem.’) is stronger than in Spanish.